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COLUMNISTAS

La paridad de género marcó las elecciones en Chile

Marilyn Batista Márquez mbatista@batistacom.com | Lunes 31 mayo, 2021


La BBC Mundo publicó recientemente el titular: “Elecciones en Chile. Será un país distinto: 5 claves para entender los inéditos resultados”. En la nota, describe esos cinco puntos: Sorpresa de los independientes, Derrota de la derecha (y castigo al gobierno de Piñera), Decepción de la ex Concertación y triunfo de la izquierda, Paridad de género y Tibia participación. Me concentraré en el punto cuatro, la Paridad de género.

Tras el referendo del año pasado, denominado oficialmente Plebiscito Nacional 2020, cuyo objetivo era determinar si la ciudadanía estaba de acuerdo con iniciar un proceso constituyente para redactar una nueva Constitución y su mecanismo para instaurarlo, en las elecciones realizadas el 15 y 16 de mayo de este año, se logró que la Asamblea Constituyente sea integrada por hombres y mujeres de manera equilibrada. Lo anterior gracias al sistema electoral aplicado para elegir a los 155 miembros de la Convención Constitucional.

Esta equidad de género es un hito internacional, ya que convierte a Chile en el primer país en el mundo con una ley que establece la igualdad de género en el poder político tipo “o sí, o sí”, sin zancadillas, interpretaciones y excepciones.

El mecanismo para lograrlo probó su efectividad en estas las primeras elecciones, con correcciones que evitaron la sobrerrepresentación de un sexo, y sorpresivamente se aplicó a favor de los hombres.

Los resultados de estas elecciones fue de 84 mujeres y 71 hombres para conformar los 155 puestos legislativos. Al aplicar el ajuste contemplado en la nueva ley, el total de los representantes quedó con 78 hombres y 77 mujeres, así que fueron las mujeres las que cedieron el cupo a los hombres, sin ningún tipo de oposición o protesta.

¿Cómo sucedió?, pues las mujeres demostraron su activismo y sororidad concentrando un 52,2% de las preferencias (2,9 millones de votos), un 4,4% más de votación en comparación con los postulantes hombres. Unido a lo anterior, los partidos tuvieron que esforzarse en encontrar mujeres con posibilidades reales de ganar en todos los distritos del país, algo que nunca antes habían hecho.

Para Marcela Ríos, entrevistada por la BBC, y representante asistente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, en Chile, "El problema de la subrepresentación de las mujeres no era cultural, sino un tapón de los partidos políticos que bloqueaban su ingreso…creo que le mecanismo funcionó tal como estaba pensado y cumplió su objetivo, que era asegurar que el órgano terminara siendo paritario”.

La nueva Carta Magna de Chile, que no tiene cuestionamiento a la legitimidad del proceso, a la instalación del mecanismo, y cuenta con un gran apoyo entre mujeres y hombres, tendrá otra reivindicación histórica en defensa de los derechos de las mujeres: la garantía de la igualdad salarial.

Vergüenza debería darles a algunos partidos políticos en Costa Rica, que fueron incapaces de incluir a sus incuestionables y destacadas militantes políticas femeninas, como precandidatas a Presidenta de la República.

Esperamos que este año de elecciones eliminen la tendencia a continuar colocando hombres a la cabeza de las nóminas en las provincias de mayor magnitud y a apegarse a los criterios mínimos de paridad horizontal dispuestos, designando mujeres en el número mínimo de provincias establecido por ley.

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